Tras casi 30 años de funcionamiento, el legendario salón de Arcades Ikebukuro GiGO de Sega ha dejado de tener funcionar. El local de ocio cerró sus puertas y apagó las luces por última vez el pasado 20 de septiembre, esto ante la mirada de un ejército de fans y clientes habituales que acudieron a presentar sus respetos a uno de los centros de máquinas recreativas más longevos y populares de Tokio (y del mundo).
Un vídeo capturado por el YouTuber «medaaaals in Japan», se muestra a una enorme multitud de ciudadanos despidiendo al local. Kotaku informa de que el personal llevaba camisetas de agradecimiento a los clientes por sus 28 años de servicio, mientras que por los altavoces sonaba la canción «Hotaru no Hikari» («La luz de la luciérnaga»), que se utiliza tradicionalmente en Japón para marcar el cierre de los establecimientos de larga duración.
El gerente del local dio un breve y emotivo discurso, en el que reiteró que ojalá pudieran mantener el centro abierto para siempre, pero que no iba a ser así. Según Famitsu, Sega Ikebukuro GiGO cerrará tras el final de su último contrato de alquiler, coincidiendo con las renovaciones previstas para el gigantesco complejo en el que se encuentra.
Inaugurado en 1993, durante el apogeo del renacimiento de las máquinas Arcades a principios de los 90, el Ikebukuro GiGO de Sega ha albergado nueve pisos de máquinas tanto antiguas como nuevas. Lugar de emocionantes torneos y revelaciones de nuevos gabinetes, así como de peregrinación para cualquier aficionado a los videojuegos que visite Japón, el local será echado de menos por sus visitantes más frecuentes, pero seguirá siendo para siempre una parte indeleble del legado de Sega como actor destacado en el mercado de los salones recreativos. El cierre de Sega Ikebukuro GiGO se produce poco más de un año después de la clausura de otro lugar legendario, el Sega Building 2 de Akihabra, lo que consolida aún más el paso de una época dorada de esto salones dedicados al entretenimiento.
