Los lanzallamas son armas fascinantes en los videojuegos, conocidas por su impacto visual y su capacidad de infligir daño continuo. Introducidos en los primeros días de los shooters y juegos de acción, estos dispositivos rápidamente se convirtieron en un símbolo de poder destructivo y caos controlado.
En juegos clásicos como Doom (1993) o Wolfenstein 3D (1992), los lanzallamas eran herramientas para arrasar hordas de enemigos, ofreciendo una experiencia explosiva y satisfactoria. Su capacidad para cubrir un área con fuego los hacía ideales para enfrentar múltiples enemigos a corta distancia, compensando su limitada munición o alcance.
Con el avance de la tecnología, los lanzallamas se volvieron más realistas y estratégicos. En juegos como Far Cry o The Last of Us, no solo son una herramienta de combate, sino también un elemento ambiental, con llamas que se propagan dinámicamente y afectan el entorno. Esto añade un componente táctico: encender barriles explosivos, crear barreras de fuego o controlar multitudes.
Además de su utilidad, los lanzallamas simbolizan un arma de espectáculo. Su estética única y el sonido característico del fuego rugiendo los han convertido en una elección memorable para los jugadores que buscan un enfoque más dramático. Ya sea en un apocalipsis zombie o en un futuro alienígena, los lanzallamas siempre aportan calor al combate.
Línea de tiempo de temas:
0:00 Introduction
0:45 Origins
2:17 World War 1
3:48 World War 2
4:55 Contemporary Use
5:44 Depiction in Media
6:04 Military Settings
7:58 Horror
10:23 Anarchy & Sandbox
12:06 Afterburn
12:55 Viability
13:50 Conclusion
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